La comisión de Seguimiento y Control de la Financiación de los Partidos Políticos del Parlamento de Andalucía ha parido un ratón por primera vez en sus 30 años desde que se constituyó en la IV Legislatura. Por asentimiento los cinco grupos de la Cámara han encargado al letrado de la comisión, que también es el letrado mayor, un informe jurídico para que les diga cuáles son sus competencias, qué es lo que pueden hacer para dotarla de contenido. En tres décadas no ha hecho nada, absolutamente nada. No se ha movido ni un papel, ni ha abordado ningún debate, ni nadie ha comparecido.
