El dilema del prisionero es una paradoja de la teoría de juegos que demuestra cómo dos individuos, al actuar guiados únicamente por su propio interés, pueden quedar lejos de una estrategia ganadora. Algo similar parece haber ocurrido en la política valenciana, tras la tragedia ocasionada por la dana, y donde pueden extraerse algunas conclusiones reveladoras sobre los eventuales escenarios posibles.
