La economía española está expuesta permanentemente a una serie de riesgos fiscales que pueden desviar con creces los objetivos previstos inicialmente. En su mayor parte, son amenazas de índole macroeconómica, ambiental y legal que pueden afectar con fuerza a las finanzas públicas en un contexto en el que la sostenibilidad fiscal se mira con lupa. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha analizado y cuantificado por primera vez el impacto de algunos de estos riesgos, con el objetivo de mejorar la planificación de estas perturbaciones. Los de carácter legal, por ejemplo, cuestan unos 1.000 millones al año si se mira la serie histórica, mientras que los naturales ascienden a 2.600 millones por ejercicio.
