El estudio de los sueños suele ser una disciplina inexacta e impredecible. Lo que se halla dentro del universo de lo onírico es personal y difícil de verificar científicamente. A eso se suma que la memoria de los sueños es fragmentaria, inconclusa y suele estar condicionada por emociones, experiencias recientes, la salud y hasta el nivel de estrés. Por dónde viaja la conciencia al estar dormidos y qué pasa con ella está, al menos por ahora, bajo dominio del misterio. Sin embargo, hay algo que sí se puede observar con la lupa del método científico y es por qué algunas personas recuerdan sus sueños más que otras.
